Un Juzgado de Girona ha condenado recientemente al Servei Català de la Salut a indemnizar con la cantidad de 135.244€ a un padre por una mala praxis que concluyó en el suicidio de su hijo de 19 años.
El joven acudió al Hospital de Santa Caterina de Salt tras un intento de suicidio. Le tuvieron un día en observación y le dieron el alta rápidamente. El historial del chico recogía tres intentos previos de suicidio por lo que lo correcto hubiese sido proceder a su internamiento psiquiátrico, en vez de proceder a su alta.
Los médicos restaron importancia a los intentos de suicidio con fármacos, tomando en cuenta tan solo la vez en que se intentó ahorcar. La sentencia ha dictaminado que su actuación médica no fue la correcta en ningún caso.
El Servei Català de la Salut también ha sido condenado a indemnizar con la cantidad de 69.172€ a los familiares de una mujer que falleció en una operación de cadera. Debido a la mala praxis en la que incurrieron los profesionales del Hospital Sant Pau.
Parece que los cirujanos, a la hora de introducir el tornillo que sujetaba la prótesis de cadera, lo hicieron demasiado profundamente, perforándole la vena ilíaca. Esto provocó que la paciente sufriera una brusca caída de la presión arterial, pero, aun así, no fue de nuevo intervenida hasta seis horas después de estar en reanimación.
Este caso no llegó a los tribunales, puesto que se ofreció a la familia un acuerdo extrajudicial, que aceptó. Se ofreció una indemnización de 50.000 euros para el viudo de la paciente, y 4.793 para cada uno de sus hijos.
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