Un daño corporal es cualquier alteración corporal o psíquica que afecta a la integridad física de una persona a nivel orgánico o funcional. La expresión más común del daño corporal es la lesión. Se entiende por lesión toda alteración anatómica o funcional producida por un agente exógeno o endógeno que afecta a la calidad de vida de una persona, pudiendo ser invalidante. De las características de esta lesión el perito médico obtendrá información sobre su naturaleza, etiología, causalidad, gravedad y repercusiones.
La Valoración del Daño Corporal es, pues, una actuación médica que tiene la finalidad de evaluar la pérdida de la capacidad física, psíquica o sensorial de una persona en el marco de un determinado suceso lesivo, por lo común derivado de un accidente (laboral, de tráfico, doméstico, etc.) o de una enfermedad, con objeto de que se pueda producir una reparación adecuada.
En este sentido, la legislación española protege y ampara el principio de reparación del daño personal, lo que implica el resarcimiento íntegro de todos los perjuicios sufridos.
La ciencia pericial interpreta y traduce a un lenguaje menos técnico y más accesible los informes de los especialistas (como valoración del daño corporal) para explicar a los jueces cómo actúan las secuelas de las patologías en el paciente.
A la hora de cuantificar y valorar las lesiones y secuelas, el perito especialista en valoración de daños corporales tendrá en cuenta circunstancias como:
- Días de curación.
- Días de hospitalización.
- Días de impedimento para desarrollar las actividades laborales.
- Profesión.
- Ingresos que se percibían antes de sufrir el daño.
- Profesión.
- Necesidad de cuidado por una tercera persona.
- Gravedad e intensidad de la lesión.
Con esa suma de factores redactará su informe pericial.