Enfermedades profesionales del sistema respiratorio y enfermedades respiratorias ocupacionales

Las enfermedades profesionales del sistema respiratorio son aquellas que se contraen o se agravan como consecuencia de la exposición a agentes nocivos en el trabajo. Estos agentes pueden ser:

• Polvos: polvo de sílice, polvo de carbón, polvo de algodón, etc.
• Gases y humos: gases de combustión, humos de soldadura, etc.
• Vapores: vapores de ácidos, vapores de disolventes, etc.
• Agentes biológicos: bacterias, virus, hongos, etc.

Las enfermedades respiratorias ocupacionales son un término más amplio que las enfermedades profesionales del sistema respiratorio. Incluyen todas las enfermedades respiratorias que pueden estar relacionadas con el trabajo, independientemente de que se consideren o no enfermedades profesionales.

Por lo tanto, es importante establecer una clara distinción entre ambos términos:

• Enfermedades profesionales: Son aquellas que se contraen exclusivamente como consecuencia del trabajo que se realiza. Están incluidas en el cuadro de enfermedades profesionales del Real Decreto 1299/2006.
• Enfermedades ocupacionales: Son aquellas que pueden tener su origen tanto en el trabajo como en otros factores no laborales. No están incluidas en el cuadro de enfermedades profesionales, pero pueden ser consideradas como enfermedades derivadas del trabajo si se demuestra que el trabajo ha sido un factor determinante en su desarrollo.

• Neumoconiosis: Enfermedades pulmonares causadas por la inhalación de polvo de sílice, carbón, asbesto, etc.
• Asbestosis: Enfermedad pulmonar grave causada por la inhalación de fibras de asbesto.
• Silicosis: Enfermedad pulmonar causada por la inhalación de polvo de sílice.
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): Enfermedad pulmonar degenerativa que puede ser causada por la exposición a gases y humos irritantes.
• Cáncer de pulmón: El trabajo puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón, especialmente en la exposición a ciertas sustancias como el amianto o el radón.

• Asma ocupacional: Asma causada o agravada por la exposición a agentes irritantes en el trabajo.
• Bronquitis crónica: Inflamación crónica de los bronquios que puede ser causada por la exposición a gases y humos irritantes.
• Neumonitis por hipersensibilidad: Inflamación de los pulmones causada por la inhalación de polvo orgánico.
• Rinitis alérgica ocupacional: Inflamación de la mucosa nasal causada por la inhalación de alérgenos en el trabajo.

• Exposición a agentes inhalables nocivos: Polvo, gases, humos, vapores, aerosoles, etc.
• Condiciones de trabajo inadecuadas: Ventilación deficiente, temperaturas extremas, humedad elevada, etc.
• Esfuerzo físico intenso: Puede aumentar la susceptibilidad a las enfermedades respiratorias.

• Dificultad para respirar.
• Tos persistente.
• Sibilancias.
• Dolor de pecho.
• Fatiga.
• Expectoración.
• Hemoptisis.

• Evaluación de riesgos laborales: Identificar los riesgos presentes en el trabajo y tomar medidas para eliminarlos o minimizarlos.
• Control ambiental: Medir la concentración de agentes nocivos en el ambiente de trabajo y mantenerla por debajo de los límites legales.
• Uso de equipos de protección personal: Mascarillas, respiradores, etc.
• Formación e información: Formar a los trabajadores sobre los riesgos para la salud respiratoria asociados a su trabajo y cómo prevenirlos.
• Vigilancia de la salud: Realizar reconocimientos médicos periódicos a los trabajadores para detectar precozmente cualquier problema de salud respiratoria.

• Historia clínica: Interrogatorio exhaustivo sobre el trabajo del paciente, los agentes a los que está expuesto y sus síntomas.
• Exploración física: Auscultación pulmonar, medición de la capacidad pulmonar, etc.
• Pruebas complementarias: Radiografía de tórax, espirometría, TAC pulmonar, etc.

El tratamiento de las enfermedades respiratorias dependerá del tipo de enfermedad y de su gravedad. En general, el tratamiento puede incluir:

• Medicamentos: Broncodilatadores, antiinflamatorios, antibióticos, etc.
• Oxigenoterapia: Administración de oxígeno suplementario.
• Rehabilitación pulmonar: Ejercicios para mejorar la función pulmonar.
• Cirugía: En casos graves.

En España, la Ley de Seguridad Social establece que las enfermedades profesionales del sistema respiratorio son enfermedades que dan lugar a una prestación económica en caso de incapacidad temporal o permanente.

Para obtener el reconocimiento legal de una enfermedad profesional del sistema respiratorio y la correspondiente compensación económica, es necesario:

• Aportar la documentación médica que acredite la enfermedad.
• Demostrar la relación causal entre la enfermedad y el trabajo.
• Presentar la solicitud ante la Seguridad Social o ante la mutua de accidentes de trabajo.

El perito médico es un profesional con conocimientos médicos y legales que puede ayudar al trabajador en caso de que sufra una enfermedad respiratoria.

El perito médico puede:

• Realizar un informe pericial: el informe pericial es un documento que analiza la historia clínica del trabajador, las condiciones de trabajo y la relación entre la enfermedad y el trabajo.
• Asesorar al trabajador: el perito médico puede asesorar al trabajador sobre sus derechos y sobre cómo defenderlos ante la Seguridad Social o ante la mutua de accidentes de trabajo.
• Representar al trabajador en la vía judicial: en caso de que sea necesario, el perito médico puede representar al trabajador en un juicio por enfermedad profesional.