La gran mayoría tenemos contratado un seguro de automóvil y un seguro de hogar. Es algo que internalizamos como necesario, pero, además de actuar en caso de siniestro, avería, subida de potencia eléctrica o daño en los electrodomésticos ¿sabías que tu seguro de hogar puede sacarte de otros problemas que ni siquiera te imaginas? Dependerá de la cobertura que hayas contratado, pero en la mayoría de los casos este tipo de pólizas incluye cobertura de defensa legal. Sin embargo, ¿en qué consiste exactamente?
¿QUÉ ES LA PROTECCIÓN JURÍDICA?
La protección legal es una garantía que ofrece el asegurador para cubrir los gastos en que incurra el asegurado durante su participación en procedimientos judiciales o administrativos. Su objetivo principal es defender al individuo frente a reclamaciones o problemas de manera amistosa o legal. Incluye el asesoramiento a la persona, la reclamación en su nombre y la solicitud de indemnización por el daño causado.
Esta cobertura cubre al asegurado en los costes adicionales que surjan derivados del trámite.. Sin embargo, para asegurarse de esas ventajas se puede contratar un seguro más especializado en defensa jurídica. Algunos como el de hogar o el del automóvil puede que lo incluyan, de forma más limitada, entre sus coberturas.
Esta garantía cubre también la responsabilidad del asegurado, los costes ocasionados por los daños a terceros en casos como la realización de trabajos, la ocurrencia de una fuga o acciones provocadas por una mascota.
Por ejemplo, si tienes un accidente en la vía pública, contarán con peritos médicos judiciales que elaborarán informes periciales para valorar el daño corporal causado y reclamar la indemnización correspondiente.
COBERTURAS DEL SEGURO DE DEFENSA JURÍDICA
En la mayoría de los casos, la defensa jurídica suele cubrir los gastos que se generan de las personas que estén incluidas en el contrato o en el origen del siniestro si son denunciados. Como ocurre con todos los seguros, las condiciones varían de una empresa a otra, y es imprescindible informarse antes de contratar. Básicamente los riesgos que pueden ocurrir son:
- Defensa del asegurado en derecho civil y laboral, siempre que no haya actuado de mala fe.
- Reclamaciones de los consumidores por disputas derivadas de contratos de suministro y venta de bienes.
- Elaboración y revisión de textos legales.
- Asesoramiento legal telefónico para cuestiones relacionadas con el alquiler de la casa, el trabajo, la venta, las dudas sobre el divorcio, las fincas, etc.
- Gastos derivados de los procesos judiciales en los que se encuentra inmerso el asegurado.
- Demandas por trabajos realizados en casa o problemas en la comunidad de vecinos.
- Elección de abogado y notario por parte del asegurado, siempre que estos profesionales puedan ejercer en el lugar donde se desarrolle el trámite.
Sin embargo, antes de contratar, fíjate bien en las limitaciones que se reflejan en la letra pequeña. Los puntos básicos a los que debes prestar atención son: si tienes un deducible, cuáles son los límites en el pago de honorarios a abogados y notarios y si existe una condición especial, como, por ejemplo, que la aseguradora no preste sus servicios si considera impracticable el proceso.
Del mismo modo, también se puede hablar de excepciones generales. Las más comunes son que no estén cubiertas las indemnizaciones de costes derivados o el abono de multas, así como las reclamaciones a entidades bancarias.
COBERTURA DE SEGURO OBLIGATORIO U OPCIONAL: ¿CÓMO OBTENGO DEFENSA JURÍDICA?
Es habitual ver las posibilidades de contratar un seguro del hogar que nos dé cobertura en defensa jurídica incluida en la cobertura estándar, pero además existen pólizas que lo tienen como opción u ofrecen distintos niveles de protección para esta garantía. Esta diferencia se puede ver en el ejemplo de defensa jurídica en dos grandes empresas como referencia.
En la protección jurídica plus, en su seguro existen ventajas adicionales que lo convierten en una de las mejores garantías en una póliza de hogar: protección fiscal y laboral, protección jurídica en el exterior y para estudiantes, defensa en Internet, administración integral de, entre otras cosas, el trámite de testamento, la presentación electrónica del impuesto sobre la renta y la mediación en litigios hipotecarios. Existe la posibilidad de obtener protección legal como una opción al agregar esta garantía a cualquiera de tus pólizas, incluso si es un seguro para una casa de alquiler.
Protección legal básica, protección legal de comodidad o protección legal VIP, o selecciona una y agrégala a tu póliza. La cobertura de la protección básica cuenta con las gestiones básicas y con el asesoramiento telefónico en temas legales. Con la opción de protección legal más completa, también puedes disfrutar de la defensa en conflictos con los vecinos -frente a los vecinos o la comunidad de propietarios- en derecho laboral y reclamos contra el inquilino.
OTRAS FORMAS DE TENER TRANQUILIDAD EN CASA: SEGUROS DE DEFENSA LEGAL FAMILIAR
Otra forma de sentirse protegido, cuando se trata de aspectos legales, es elegir un producto específico que satisfaga todas tus necesidades de defensa legal. Hay empresas que ofrecen soluciones para toda la familia, como por ejemplo Caser, con Seguro de Defensa Legal Familiar. Esta política es flexible, por lo que puedes optar por determinadas garantías. Has de tener en cuenta que tienes hasta 3000 € de cobertura por siniestro. En cuanto a número de siniestros no tiene ningún límite, ya sean por anualidad o relación a los costes de dictámenes periciales, honorarios o fianzas penales.
Entre las garantías básicas de este seguro se encuentran la defensa penal, la defensa del consumidor, los casos de delitos administrativos y la asesoría legal telefónica. Puedes agregar acceso a la ley laboral y el beneficio de separación o divorcio, incluida cualquier cobertura.